jueves, 13 de diciembre de 2007

BENITO XVI SE PLANTEA ORDENAR MUJERES

Pretende que sea antes del 2011

Ciudad del Vaticano – A pesar de su fama de tradicionalista el actual Santo Padre Benedicto XVI es muy favorable a la ordenación de sacerdotisas. Según nuestro corresponsal en Ciudad del Vaticano, Su Santidad está seriamente decidido a permitir recibir el sacramento de la ordenación a mujeres en un plazo muy breve, lo que acercaría la iglesia católica a los fieles dando una imagen de modernidad y de tratamiento de igualdad entre sexos, reforzando su imagen, a la vez que permitiría sobrellevar mejor la crisis de vocaciones para el ministerio pastoral cuestión que preocupa y mucho en el seno de la Iglesia católica.

Se cree que monseñor Joseph Ratziger quiere que antes del 2009 se permita a las mujeres ser cardenales, cargo para el que no es preciso estar ordenado aunque no es nada habitual, de hecho el último cardenal laico conocido es de 1858, aunque la existencia de cardenales in pectore o secretos hace que no podamos afirmar que no haya existido alguno posterior. El nombramiento de cardenalesas se trataría pues de un paso previo a la inclusión de mujeres en la orden sacramental, paso que Benedicto XVI tiene previsto no más tarde de la primavera de 2011. Hay que decir que aunque se nombren cardenalesas, incluso con derecho a voto en la elección papal, éstas no podrían ser elegibles por cuanto no han sido ordenadas, condición actualmente indispensable para poder ser elegido obispo de Roma.

Intrigas Vaticanas

Por otra parte existe un sector de la curia muy contraria a dejar acceder mujeres a la orden y en los mentideros episcopales se habla de un aislamiento del Papa, que estaría a merced de las voluntades de diversos sectores de la iglesia de la denominada línea dura.

El Opus Dei, los Legionarios de Cristo y los principales pastores evangelistas son claramente contrarios a esta medida. En el otro lado jesuitas, benedictinos, capuchinos y las principales asociaciones religiosas educativas (hermanos de la Salle, maristas o esculapios) no verían con malos ojos la inclusión de mujeres en la orden. Entre las asociaciones de monjas también se hallan posiciones divergentes aunque curiosamente la mayoría de órdenes femeninas consultadas no se muestran nada favorables con la noticia y ninguna ha mostrado demasiado interés ante tales informaciones.

Se comenta que el retorno al uso del latín en las misas solemnes y otras medidas retrógradas son concesiones al sector más integrista como medida de resarcimiento por las reformas venideras, pero algunas voces alertan que es una mala táctica dar antes de recibir puesto que, como sucediera con Juan Pablo I, podría suceder que el Papa no pudiera llevar a cabo su acción remodeladora. Recordemos que Juan Pablo I murió a los 33 días de su proclamación y que aún hay mucha polémica acerca del "conveniente infarto" que acabó con su vida y dio al traste con sus aspiraciones de reformar profundamente el sistema de finanzas vaticano. Se trataría pues de una manera velada de alertar de una amenaza sobre la vida del sumo pontífice, punto sobre el cual existió algún rumor en la primavera de 2006, poco antes del viaje apostólico del jefe de estado vaticano a Polonia.

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